En Colombia hay un creciente mercado de juguetes sexuales, mayoritariamente por parte de las mujeres. Esto se debe a que gran parte de la población femenina ha ido aumentando el consumo de estos productos para el placer.

Ante esta realidad, Gleeden, una plataforma de encuentros extraconyugales, desarrolló una encuesta sobre el uso de juguetes sexuales en Colombia. En esta, las usuarias resaltaron que una de sus principales preocupaciones es el material de elaboración del producto erótico.

En los últimos tiempos, diferentes marcas han iniciado a elaborar estos implementos con estándares verdes, como por ejemplo vibradores con materiales reutilizables, lubricantes veganos libres de parabenos y sin testeo de animales, algunos comestibles y realizados a base de agua; los juguetes 100% reciclables con energía alternativa, entre otros.

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Marcas como danesa Sinful ya empiezan a tomar medidas para reducir el impacto ambiental con su colección denominada Ohhcean, que se compone de un consolador y dos vibradores, fabricados con plástico marino reciclado. 

Así mismo, la española Amantis, cuyo lema se ha orientado a “lo más sostenible posible”, lo que la ha llevado a que el 95% de sus productos sean veganos. 

Para Silvia Rubies, directora de comunicaciones de Gleeden en Latinoamérica, los juguetes eróticos son algo común dentro de la vida sexual de muchas usuarias colombianas.

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“El 70% de nuestras encuestadas que utilizan juguetes eróticos, tenían en cuenta la problemática del reciclaje, cambio climático y la verdad es que nos sorprendió ver que una gran mayoría miran que no utilicen baterías normales, de hecho ya casi no existen los vibradores y succionadores con baterías que se cambiaban, ahora todos son con entradas USB que se pueden cargar a través de la corriente eléctrica”, comentó Rubies.

Rubies también dijo que el crecimiento del mercado de juguetes sexuales es una oportunidad para fomentar una conversación abierta sobre el impacto ambiental de estos productos y así impulsar un cambio hacia opciones más sostenibles.

En Colombia, este mercado está creciendo en ciudades como Bogotá, Medellín y Cali, donde según Fenalco, se han incrementado los establecimientos que comercializan este tipo de productos, así como las compras en línea.

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