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Almas blancas: el proyecto que lleva a pensar en grande a la niñez de Cúcuta
El barrio Antonia Santos es epicentro de esta iniciativa que busca llegar a toda la ciudad.
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Categoría nota
Domingo, 16 de Abril de 2023

¿Qué sería del mundo sin los sueños de los niños y niñas, si no tuviéramos la ilusión de un futuro prometedor, si la inocencia de muchos no fuera arrebatada sino que por el contrario se lograra embellecer y llenar de los mejores frutos? La educación debe ser proporcional al entorno donde estén los menores”. 

Con estas palabras, Erwin Umaña, un arquitecto de 76 años de edad, quien un día decidió hacer un alto en su profesión para dedicar su vida a trabajar por los niños, niñas y adolescentes de Cúcuta, argumenta la importancia de cultivar una mentalidad emprendedora en los menores. Su trabajo ha sido buscar alternativas de todo tipo, golpear cientos de puertas y recorrer la ciudad, con el objetivo de encontrar aliados para su proyecto Almas Blancas. Un trabajo desinteresado en el que el único propósito que prevalece es una mejor niñez para muchos y una transformación social. 


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Una apuesta altruista

“Saliendo de la pandemia, mi nieta estaba pintando en la terraza de la casa y algunos niños se unieron porque querían pintar también, entonces me di cuenta que había una necesidad de pintura para los niños. En ese momento empecé a buscar más a menores  del sector que quisieran unirse y conformamos un grupo de 20 niños en esa primera actividad. Pero las necesidades de estos niños no eran solo de pintar, iban mucho más allá, necesitaban ocupar positivamente su tiempo libre. Encontrando estas respuestas, fue cuando comenzó este maravilloso proyecto”, dice Erwin Umaña, quien inició estas actividades con los menores del barrio Antonia Santos, un barrio con alto índice de población vulnerable, en condición de pobreza y que ha sido escenario de acciones violentas y delictivas.  

 

Mentalidad empresarial 

A través de la apuesta denominada ‘Talleres de mentalidad empresarial’, durante los últimos meses con la vinculación de más menores, ha logrado adoptar un modelo de trabajo que incluye 30 talleres con una intensidad horaria de 3 horas cada uno en jornadas alternas a sus estudios académicos y la vinculación de al menos 50 empresas de la región.  Se destacan entidades municipales y departamentales como Alcaldía, Gobernación, Cámara de Comercio, así como empresas privadas de sectores textil, cerámica, turismo y recreación. 

“Las empresas nos abren sus puertas para conocer sus instalaciones, ver las materias primas, sus procesos de fabricación, sus recursos humanos y su marketing y así aprendemos de primera mano de lo que saben. Nos gusta investigar, explorar, descubrir, experimentar, exponernos a situaciones mínimas y aventurarnos, establecemos conexiones, vínculos y solidaridad”, agrega Umaña.


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Por su parte, Keily Becerra, madre de uno de los niños integrantes del grupo, señala que viven en un sector vulnerable, por lo que estas actividades son algo que los menores necesitaban. “Nuestro apoyo consiste en acompañar el proceso y a nuestros niños, para que lleven a cabo diferentes actividades, algunas veces vamos con ellos y nos vinculamos también. Mi invitación para otros padres de familia es para que reforcemos en nuestros hijos la creatividad y desde una temprana edad les facilitemos temas relacionados con emprendimiento. En todo este proceso nosotros también hemos aprendido mucho, estos espacios son para toda la familia porque nos permite vivir experiencias educativas que en su momento nosotros no tuvimos”, dijo la madre de familia. 

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‘Invítame a conocer tu empresa’ 

Las entidades participantes reconocen este tipo de iniciativas en las que se busca crear espacios de participación para sus sectores. “Es importante que los líderes comunales tengan este empoderamiento sobre cada uno de los proyectos de sus barrios y puedan trabajar de la mano con diferentes entidades en beneficio de sus ciudadanos”, indicó Rigoberto Ortegón, coordinador de Espacios de Participación Ciudadana de la Secretaría de Cultura y Turismo de Cúcuta.  

Para los empresarios que se han involucrado en el proyecto, estas estrategias deben contar con mayor apoyo, pues una iniciativa altruista como esta, se hace fundamental para el progreso social. “Yo tuve la oportunidad de trabajar con estos niños a través de talleres de pintura, dibujo y arcilla y los niños siempre son muy receptivos. El trabajo que el señor Erwin realiza es de admirar, ya que es con muy pocos recursos y en muchas ocasiones todo lo cubre él mismo. Este proyecto es como sacar a los niños de la calle para que estén ocupados en su tiempo libre y estas iniciativas son vitales sobre todo en sectores de población vulnerable. Este tipo de proyectos necesitan más apoyo, hay que pensar más en la niñez de la ciudad”, señaló Carmen Castellanos, formadora de arte y cultura.

 

Puertas abiertas

Umaña señala que hace un primer acercamiento con cada entidad a través de cartas, correos, o incluso de manera personal. Reconoce que muchas veces no es un trabajo fácil, pues no siempre se obtiene una respuesta precisa, ni tiene los medios económicos, pero él insiste. Y una vez se hace este primer paso, procede a realizar la respectiva actividad. Con esa estrategia ha logrado abrir puertas durante dos años en importantes entidades de Cúcuta. “Creo que hay que cambiar la mentalidad de los menores y hacerlos pensar en grande. Son datos científicos, cuando decimos que neurológicamente los menores en la edad, entre 4 y 14 años, tienen una mente apta para el aprendizaje”, dijo. 

Añade además que uno de los propósitos de diseñar este espacio en Norte de Santander, es promover en ellos el sentido de pertenencia por la región. Así mismo, que los menores tengan una mentalidad de emprendedores, porque son las personas que van a aportar en las ciudades más adelante. “Me gusta que lleguen los sábados para ir a los talleres porque siempre hacemos cosas interesantes”, dijo una de las menores integrantes del grupo. A la espera de más apoyo para continuar con su proyecto en más sectores, Erwin Umaña sigue vinculando más menores en su iniciativa.


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Un arquitecto con vocación de enseñar

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Más de 50 empresas públicas y privadas se han vinculado al proyecto. 

 

El arquitecto Erwin Umaña Rubiano es un bogotano de 76 años, egresado de la universidad Piloto de Colombia en Bogotá. 
Dedicó la mayor parte de su vida al trabajo en la construcción de edificios, estudios de factibilidad económica, diseños arquitectónicos, además de dictar clases a estudiantes de arquitectura en importantes universidades del país como la Universidad de La Salle. Durante varios años apoyó e impulsó proyectos de vivienda social sostenible siendo galardonado con el Premio Corona 2018 en esta misma temática por su trabajo en la ciudad de Sincelejo, en Sucre. 

Con la Universidad Piloto de Colombia hizo un estudio y recopilación de más de 150 repositorios sobre diferentes proyectos para Norte de Santander y ha seguido sumergido en lo académico con estudios relacionados con Gestión Cultural y Gestión Estratégica de Sostenibilidad  en universidades como la Simón Bolívar y la Universidad de Pamplona. 

Umaña señala que su historia dio un giro al llegar a Cúcuta por temas familiares y decidió un día hacer un alto en su carrera profesional y dedicarse a trabajar en favor de menores en condición de vulnerabilidad. “Quiero dedicar estos años a trabajar por cultivar en los niños y niñas una mentalidad emprendedora y empresarial, para que su formación los lleve a conseguir grandes logros y en el futuro, aportarle mucho a nuestro país”, enfatizó. 

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