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Los presidentes gramáticos
Hubo en nuestra patria un período memorable, el llamado de los presidentes gramáticos.
Viernes, 24 de Febrero de 2023

Pregunté en Google cuáles son o han sido los presidentes más brutos o más ignorantes del mundo, y no obtuve respuesta puntual. Sin embargo, si nombra a cuatro mandatarios latinoamericanos sin ningún título universitario, a saber, Nicolás Maduro Moros, y los expresidentes Luiz Inácio, Lula da Silva, Evo Morales y José Mujica.

Hubo en nuestra patria un período memorable, el llamado de los presidentes gramáticos, todos los cuales pueden considerarse, sin exagerar, unos genios humanísticos. Miguel Antonio Caro, el príncipe de ellos, hablaba seis idiomas, siendo el latín su segunda lengua. Eran, en su momento, los pináculos de la cultura en Colombia. Tales presidentes son Rafael Núñez, Miguel Antonio Caro, José Manuel Marroquín, Marco Fidel Suárez  y Miguel Abadía Méndez, todos, repito, fuera de serie. No hay campo en esta columna para escudriñar la dimensión de sus proyecciones: nos remitimos a sus biografías. Mas, en definitiva, el presidente más culto que ha tenido Colombia en toda su historia ha sido don Miguel Antonio Caro.

Pero es que desde el mismo nacimiento de la república los hombres instruidos, los mejores, la dirigieron. Piénsese nada más en el genio de Simón Bolívar. En cuanto al manejo de los idiomas se sabe que el Libertador hablaba correctamente el francés, leía el inglés, y le era familiar el latín (el mismo idioma que a nuestro actual papa Francisco le dio tan duro que lo prohibió usar en lo sucesivo en el Vaticano).  De Santander se tienen referencias de que también entendía la lengua de los lacios. Hasta un militar tan chabacano como José Hilario López, que cerró colegios y universidades, hablaba francés.

Ahora, ninguno de los presidentes del siglo XX y parte del XXI desmerece en intelectualidad. Ser bien educado, según los expertos, incluye no solo una ilustración sólida sino otros componentes éticos y sociales, particularmente de comportamiento. En ello, Colombia tiene un orgulloso historial de mandatarios “bien educados”.

En relación a las lenguas, desde Rojas Pinilla hasta Iván Duque, todos hablaban inglés, con la excepción de Belisario Betancur. El mismo gobernante Julio César Turbay Ayala tomaba clases de este idioma en el palacio de Nariño. Alberto Lleras Camargo, sin título de bachiller, fue un autodidacta formidable, con tal dominio del inglés que le permitió manejar organismos mundiales. Por decir que no le interesaba el inglés y que no sabía ni pío, el aspirante Horacio Serpa bajó el puntaje de favoritismo en un encuentro televisivo con el otro candidato Andrés Pastrana, quien se expresa con fluidez en tal idioma. Pastrana ganó en ese entonces la presidencia.

No se diga de la erudición de los vicepresidentes o primeros designados de las épocas pasadas. Se podían -y se pueden- comparar con sus presidentes.

Sobre el señor Gustavo Petro Urrego, quien militó desde los dieciocho años en un grupo guerrillero y es el actual primer magistrado de la nación, hay mucho debate sobre sus títulos universitarios, por lo que no es prudente hacer alguna calificación.

orlandoclavijotorrado@yahoo.es

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