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El alcalde arrecho
El ingeniero Rodolfo Hernández se ha convertido en una figura mediática nacional por sus declaraciones agresivas.
Martes, 26 de Marzo de 2019

El alcalde arrecho no es como los guerrilleros que se sirven de armas y narcotráfico para enfrentar al sistema. Este santandereano se enfrenta al Estado colombiano en las urnas de votación, y como alcalde de Bucaramanga, sus ataques consisten en bloquear el funcionamiento de las maquinarias politiqueras de la ciudad. A diferencia de los rebeldes armados, Rodolfo Hernández logró poner el palo en la rueda al sistema político bumangués sin derramar una sola gota de sangre.

A menos de un año de terminar su administración, el ingeniero Rodolfo Hernández se ha convertido en una figura mediática nacional por sus declaraciones agresivas contra lo que él denomina la “politiquería”. Sus ataques verbales contra los concejales de Bucaramanga, y en ocasiones contra algunos senadores santandereanos, se traducen en una política radical de cero “mermelada” para los concejales por su apoyo en los proyectos municipales. Es decir, se frena el círculo vicioso de fomentar la participación electoral con el ofrecimiento de puestos burocráticos y contratación pública.

Por obvias razones, su administración ha sido criticada por la falta en ejecución de obras. Pues su antagonismo en el Concejo municipal afecta la gobernabilidad. Al igual que al presidente, al alcalde le suena bien el discurso de lucha contra la mermelada, pero el costo político es alto. Es como si le quitaran el combustible a la maquinaria política tradicional. Y sin ese apoyo es difícil ejecutar obras.

El aporte a la sociedad bumanguesa no se mide en puentes o calles pavimentadas, es una inversión a más largo plazo. Purgar el Estado colombiano tendrá réditos en el futuro para lograr ramas del poder público más eficientes con los recursos. En palabras de Rodolfo Hernández, “los $50 billones que se roban al año del Presupuesto Nacional, nos hubiera ahorrado 7 veces la Ley de Financiamiento”. El objetivo es ahogar a las organizaciones políticas que hacen uso de la compraventa de votos, y también deciden sobre el Presupuesto Municipal. 

Para las siguientes elecciones locales en Bucaramanga, las organizaciones políticas mafiosas están debilitadas, pero no derrotadas. Buscarán unirse para ganarle a quien quiera seguir con la misma forma de administración municipal de Hernández. Es una apuesta arriesgada, si el alcalde Hernández logra que su sucesor sea de su misma línea, la politiquería tendrá aún menos combustible, y una administración transparente tendrá más garantías de gobernabilidad. Habrá menos oposición para la ejecución de las políticas públicas en Bucaramanga. 

El Sistema le ha mostrado los dientes a Hernández, tiene a la Procuraduría al acecho. Es un adulto de 75 años que ha demostrado ser más revolucionario que la misma juventud. La guerra contra la corrupción de nuestro sistema político ya no es con armas, es con la fuerza de la verdad y la crudeza de las palabras. “Si tratamos a la corrupción con diplomacia, evidenciamos nuestra debilidad”, asegura el alcalde.

Es un sólo hombre contra la rudeza hipócrita de las maquinarias politiqueras. No necesitamos fundar nuevamente nuestro país para acabar con la pobreza e injusticia, tampoco necesitamos la creación de nuevas leyes para cambiar las reglas de juego en Colombia. Las leyes ya existen, solo es necesaria la presencia de una autoridad desafiante y capaz de hacerlas cumplir. Necesitamos una dosis de autoritarismo independiente que consiga una verdadera institucionalidad. Una rebeldía que no venga contaminada de los discursos empolvados de izquierda o derecha. 

Que ilusión que el fenómeno Rodolfo llegara a todos los rincones del País. El pueblo colombiano podría saborear una libertad que no ha vivido antes.                       
@gomezsebastianf

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