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Una paz muy costosa
El gobierno Santos ha cumplido con la reparación de 590.000 personas, a los cuales se les ha entregado más de un billón de pesos. 
Viernes, 22 de Abril de 2016

La guerra en que están empeñados algunos compatriotas puede ser muy costosa, según cifras que estudian funcionarios del gobierno Santos, quienes revelaron que el número de víctimas del conflicto llega a ocho millones, una cifra que puede salir muy costosa para todos los colombianos si se tiene en cuenta que será necesario indemnizarlos a todos ellos, con base en disposiciones legales que tienen como objetivo ayudar económicamente a quienes han sufrido las consecuencias del absurdo conflicto iniciado hace más de sesenta años.

Según las cifras de la Unidad de Víctimas, el organismo encargado de atender las reclamaciones de las víctimas, se va a necesitar una suma que podría superar en las próximas décadas nada menos que cincuenta billones de pesos, un total que está muchísimo más allá de las posibilidades de nuestro flacuchento tesoro nacional, que sufre l asedio de toda clase de personas que consideran al gobierno de turno como la caja menor de sus necesidades.

Hasta el momento, el gobierno Santos ha cumplido con la reparación de 590.000 personas, a los cuales se les ha entregado más de un billón de pesos. El gobierno se ha visto obligado a revisar detenidamente las solicitudes de reparación porque, como cosa rara, hay muchos vivos que tratan de lucrarse con los dineros oficiales. 

Entre las personas que han solicitado indemnización se encuentran desplazados, familiares de víctimas de la guerra en distintas regiones y otros damnificados, que han recibido hasta ahora la suma de un billón de pesos. Que será superior en la medida en que se comprueben otros hechos violentos ocurridos en los últimos años. Hasta el día de hoy se han entregado muchas ayudas a los miles de afectados por el conflicto bélico al que algunas personas quieren negar el calificativo de guerra civil para colocarle el de amenaza terrorista. Pero con cambiarle el nombre, creo yo, no se soluciona el problema. 

Llámese como se llame, la verdad es que el número de hechos victimizantes supera los nueve millones y medio y han tenido como escenarios principales los departamentos de Antioquia, Bolívar, Magdalena y Nariño, sin que se piense que el resto del país ha sido un remanso de paz. Hasta Bogotá ha sufrido las consecuencias de la violencia, que produjo un fenómeno del cual no podremos reponernos en muchos años, el desplazamiento, que convirtió a todas las ciudades en metrópolis inmanejables, llenas  de migrantes que no tienen raíces ni cariño por los sitios que les dan albergue, Prueba de ello es que las ciudades siguen sufriendo el embate de la inseguridad que no deja vivir en paz, al punto de que es un riesgo suicida andar por la calle con un teléfono celular.

Miembros de 14 movimientos que están siendo objeto de reparación colectiva pidieron al presidente Santos un papel más protagónico en la construcción de la paz. Piden un papel más protagónico, ‘’con enfoque transformador que los reconozca como interlocutores válidos en instancias locales, regionales y nacionales’’. La nómina de solicitantes está siendo estudiada detenidamente ya que con el adjetivo de afectados por la violencia están tratando de colarse muchos vivos para poner en práctica aquello de pescar en río revuelto. Valga la pena anotar que días pasados apareció en televisión veterana periodista convertida por arte de magia en desplazada. ¡Qué país éste!

P.D. El gobierno tiene la obligación de buscar un severo control al suministro de alimentos a los niños. No hay derecho de que se roben el dinero destinado a la infancia. Los ladrones, en otros países, van al paredón. GPT   

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