Los vecinos del barrio La Fortaleza completaron diez días sin el  servicio de agua, hecho que se agudizó en los últimos días por las fuertes lluvias que han caído sobre la ciudad. 

El problema los acompaña desde hace diez años que tiene de fundado el barrio, pues las casi 300  familias que viven en esta zona son abastecidas por una pila pública. 

El último corte del preciado líquido se ha extendido por más tiempo de lo esperado, situación que inquieta a las familias porque no cuentan con agua para las actividades domésticas ni para el aseo personal. 

Ferney Rodríguez, fiscal de la Junta de Acción Comunal del  barrio, dijo que en la parte alta del barrio hace dos meses no cuentan con el servicio. 

“Eso es problema de todos los días, la ponen una hora y la quitan, y cuando llega es con poca presión. Los que ya llevan más de dos meses les toca ir a comprar el agua, porque de verdad que ya no saben qué hacer” señaló Rodríguez.

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A esto se sumó la voz de Katherine Sarmiento, también vecina de la zona, quien comentó que en las pocas ocasiones que reciben el agua les llega sucia y tampoco es apta para el consumo, por lo que tienen que recurrir a otras alternativas, como a pozos artesianos de barrios a lo largo del anillo vial occidental. 

“Sobre todo, en esta época en la que debemos lavarnos las manos seguido por la COVID no tenemos la posibilidad de hacerlo. Nos toca solo con antibacterial y alcohol, y rogar que eso sea suficiente”, indicó Sarmiento.

Por su parte Josué Ospina Rozo, también habitante del barrio, aseguró que aún no sabe qué los tiene más preocupados, si los estragos que han causado las lluvias en estos últimos días o la escasez de agua potable que cada vez se extiende más tiempo. La Fundación V & C encargada de la pila pública de este sector, al cierre de esta edición no se pronunció sobre este tema, pese a los tres llamados que les hizo La Opinión.