La caza de animales silvestres afecta la fauna de la región y es penalizado por la ley.
Un oso perezoso perdió parte de sus extremidades y la movilidad del brazo derecho después de caer en una trampa artesanal ubicada en la vereda Orozco, zona rural de Chinácota (Norte de Santander).
La criatura, de apenas tres años, fue víctima de una peligrosa trampa armada con elementos como estacas, cuerdas, alambre, puntillas y diseñada para atrapar tigrillos, osos de anteojos e iguanas.
El indefenso animal fue encontrado por uniformados del Grupo de Protección Ambiental y Ecológica, quienes bajo los estándares de protección establecidos lo rescataron y lo entregaron a Corponor, para que la entidad brinde los auxilios requeridos para su mejoría.
En los últimos meses la Policía de Norte de Santander (Denor) ha capturado a cuatro personas por atentar contra la vida silvestre existente en el departamento. En los casos se han identificado a personas que trafican con huevos de iguana, tortugas y diferentes especies en vía de extinción.
La Policía hace un llamado a la comunidad a denunciar de forma inmediata a las personas que instalan trampas artesanales para atrapar animales silvestres, ya que esto afecta la fauna de la región y constituye un delito que es penalizado por la ley.
