Lo que era un piloto para probar cómo reactivar la economía del nuevo Gramalote, terminó siendo un absoluto éxito de ventas e integración social, con la llegada del primer mercado campesino.
En total, llegaron 9 familias a vender sus productos: 5 de la Asociación Avanzar, integrada por mujeres gramaloteras productoras, y 4 independientes, quienes antes del mediodía ya tenían los puestos vacíos.
Roberto Zapata, coordinador de la reconstrucción del pueblo por el Fondo Adaptación, explicó que el objetivo es “empezar a vincular a la gente del campo con el nuevo casco urbano, y afortunadamente les fue muy bien en esta etapa inicial”.
Adicionalmente, se conoció que en el evento se formuló una encuesta a los compradores quienes coincidieron en recomendar que el mercado campesino esté presente sábados y domingos.
Los sábados, quienes recibirían el beneficio serían los obreros que, de regreso a sus hogares podrían llevar mercado, mientras que el domingo los compradores serían quienes visitan el pueblo, o a sus familias.
La iniciativa coincidió con la puesta en marcha de la primera tienda de víveres, de Gloria Araque, quien vive en la manzana 8.
Aunque aún no tiene aviso que identifique el lugar, el sistema ‘voz a voz’ ha funcionado.
“El miércoles por la noche hice el trasteo de la mercancía”, contó muy entusiasmada. “Abrí el jueves en la tarde y hasta el momento , ha sido excelente”.
Por ahora, sus principales compradores son los obreros y trabajadores que construyen el pueblo, que ya tienen dónde adquirir verduras, frutas y otros víveres.
“Estoy amañada porque el pueblo es muy bonito”, dijo. “Eso sí, hay que traer buenos abrigos por el frío, y pues ojalá a quienes les vayan dando casa se vengan rápido para no estar tan solos”.
