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Por los barrios
A sus 14 años se esmera por apoyar a familias pobres de la comuna 8 en Cúcuta
Lo hace a través de Fénix, una fundación con corazón de niño.
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La opinión
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Lunes, 20 de Marzo de 2017

“Para poder ayudar a los demás, empieza cambiando y ayudándote a ti mismo”, es la consigna que maneja Jaider Johan, 14 años.

A su corta edad, ha aprendido el placer de ayudar al que más lo necesita y es uno de los líderes más jóvenes de Fénix, un grupo que nació en el corazón de Los Olivos para favorecer con acciones educativas, sociales y deportivas, a las familias más pobres de la comuna 8.

Aunque llegó a Fénix atraído por el fútbol y se inició siendo parte del equipo, con el tiempo descubrió su vena como misionero.

Sin dejar su afición por las canchas, asegura que prefiere ir a realizar un diagnóstico por los barrios antes que jugar un partido.

“Las misiones lo cambian a uno; ahora cambié mis prioridades: veo el mundo de una manera distinta y me siento estupendo”, explicó el niño.

La historia que más  lo ha tocado durante las visitas domiciliarias que hace Fénix para realizar un diagnóstico sobre el número de  personas en condición de discapacitdad, ancianos abandonados, familias en zona de alto riesgo y en pobreza extrema, fue la de doña Blanca.

“Esta señora tiene 90 años y vive sola en Los Estoraques”, relata. “Estuvimos dos horas con ella, y nos contó toda su vida y nos dijo que no la olvidáramos”.

Según el primer diagnóstico realizado por Fénix en Sabana Verde y Los Olivos, 47 ancianos viven en total abandono.

“Hasta ahora, llevamos dos de los 11 barrios donde vamos a intervenir. Estas cifras son desalentadoras”, explicó David Umaña, coordinador de Fénix.

El diagnóstico también arrojó: 65 personas discapacitadas, 42 niños desescolarizados, 35 casas en alto riesgo, y 229 familias en pobreza extrema.

La atención a los ancianos no es la única prioridad de Fénix. El grupo también le apunta a mejorar la atención a la población en condición de discapacidad y a  disminuir los índices de desescolarización.

A  principios de año consiguieron pupitres para tratar de darle continuidad al proyecto de descolarización que hasta el año pasado se realizaba en el oratorio Don Bosco.

Los niños pintaron y repararon los pupitres y los llevaron al Nido del Fénix, un entechado donde se reúnen a planear sus actividades.

Fénix busca que los niños desescolarizados, tengan la oportunidad de retornar a las aulas sin importar el sitio.

“Lo importante no es que nos traigan acá los profesores sino que suceda, donde sea, pero que suceda”, dijo Umaña.

Por su parte, Jaider Johan se alista para un nuevo diagnóstico en plena lluvia. Toma su bitácora y sale a recorrer las destartaladas calles.

Aspira a que su labor permita mejorar las condiciones de vida de la población que visita. 

Solo pide que los benefactores lleven ayudas de corazón,  y que no lo hagan  por recibir algo a cambio ni mucho menos por ganar reconocimiento. Esa es la filosofía de Fénix.

¿Qué es Fénix?

En Fénix la tienen clara. Son más que una fundación, una organización o una corporación.

Son, simplemente, un grupo de personas que buscan el bien colectivo.

Una de las mayores apuestas de Fénix es brindar un espacio de rehabilitación y atención integral a la población discapacitada de la comuna 8.

Para ello, David Umaña, líder de Fénix, busca subvenciones internacionales que permitan apadrinar esta esperanzadora iniciativa.

También buscan llevar nuevamente a su  comuna programas de escolarización, y gestionar ayudas de toda índole que les permitan mejorar las condiciones de vida a su comunidad.

Fénix está compuesto por cerca de 50 niños y jóvenes, madres cabeza de familia. Cada uno cumple un rol en Fénix Fútbol, Fénix Fuego (scouts), Lágrimas de Fénix ( atención a población en condición de discapacidad) y Mujeres F.

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