A tan solo unos días de haber anunciado oficialmente su aspiración a la Presidencia de la República, para 2018, al senador del Polo Democrático Alternativo, Jorge Enrique Robledo, ya le empezaron a aparecer trabas y desde su misma colectividad.

Dos miembros de la llamada tendencia ‘Polo social’ acusaron tanto a Robledo como al excongresista Jaime Dussán de estar promoviendo “prácticas inadecuadas”, con el fin de lograr el control de ese partido en las próximas elecciones internas.

Según los denunciantes, “el senador Robledo, su tendencia MOIR y un grupo de aliados, liderados por Jaime Dussán, en su pretensión de llegar a la presidencia del partido han utilizado prácticas antiéticas, que atentan contra la moral del Polo Democrático”.

Relatan que en una sesión del Comité Ejecutivo Nacional “se presentaron formalmente varias denuncias por ofrecimientos de compra de votos por parte de Jaime Dussán a varios miembros de esta directiva del partido nacional como Olmedo López, presidente de Polo Social y Julio César Mancera, vicepresidente nacional de asuntos poblacionales, por una suma de 350 millones de pesos y varios miles de votos para posibles aspiraciones al Senado, buscando que apoyaran su aspiración a la presidencia del partido”.

Mancera Acosta consideró que los ofrecimientos de Dussán se constituyen claramente en un acto de corrupción, que no identifica la esencia del partido al cual representan, razón por la cual solicitó hacer seguimiento a estos hechos.

La solicitud para investigar a Robledo y Dussán también fue apoyada por los sectores de Vamos por los Derechos que orientan el senador Iván Cepeda y el representante Alirio Uribe; y los integrantes del Comité Ejecutivo, Alejandro Ocampo, Rosa Arroyo, Dalila Gómez, Rafael González, Dionisio Miranda, y Mauricio Piña.

“Procedimos a retirarnos de dicha sesión, puesto que no vimos garantías para seguir con un ejercicio pulcro de la política que siempre hemos defendido”, manifestaron en un comunicado en el que adhieren a la denuncia de López y Mancera.

Desde hace varios años, las diferencias al interior del Polo Democrático y la lucha de fuerzas políticas han desatado una fuerte división en el partido de izquierda que terminaron por pasarle factura en las últimas elecciones tanto de Congreso como de autoridades locales y regionales, en las que disminuyeron su número de curules y cuotas en el mapa electoral colombiano.