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Barrio Galán, otra vez escenario de muerte

La víctima fue auxiliada y llevada en un taxi a la clínica San José, donde murió la madrugada del sábado.

Dos disparos que se escucharon en el parque del barrio Galán, y que algunos vecinos confundieron con pólvora, en realidad acabaron con la vida de Jesús Eduardo Contreras Beltrán, conocido como ‘Chucho’.

Según testigos, el parrillero de una moto roja se bajó y abordó a la víctima cuando comía en un puesto de comidas rápidas impactándolo en la parte posterior de la cabeza (con salida en la frente) y escapó con el cómplice. 

El caso ocurrió el viernes a las 8:00 de la noche en la calle 22 con avenida 18. Testigos coincidieron en afirmar que el homicida sería un menor de edad.

La víctima, que residía en el Conjunto Residencial Natura, vía Boconó, pero fue criado en el barrio Galán, fue auxiliado por conocidos y llevado en un taxi a la clínica San José, donde murió la madrugada del sábado.

Uno de sus hermanos, que ayer adelantaba las diligencias para la entrega del cadáver en el Instituto Medicina Legal, dijo que   Jesús Eduardo, de 37 años, estaba en el barrio Galán organizando las compras para la festividad de fin de año.   

“Todos los amigos de él estaban en Galán. Mi hermano no tenía amenazas, por eso nosotros y la gente del barrio estamos desconcertados”, señaló el hermano.

El coronel Hermel Díaz Echeverry, comandante encargado de la Policía Metropolitana de Cúcuta, informó que la víctima, nacida en Cúcuta, no reportaba antecedentes penales.

“En el lugar de los hechos hallamos una vainilla, calibre 9 milímetros, que hace parte de las investigaciones. En este momento no tenemos una hipótesis sobre los móviles de este hecho, pero estamos averiguando”, señaló el oficial.

Según sus parientes, ‘Chucho’ era comerciante de calzado, no  tenía hijos y residía con una sobrina.

Días atrás

Cabe recordar que el 28 de diciembre, en el mismo parque, fueron atacados a bala Álvaro Rodríguez, de 39 años (murió); Jhon Freddy Rangel, de 31, y Carlos Alfredo Restrepo Bohórquez, de 27.

Aunque Rodríguez alcanzó a correr para intentar salvarse del ataque, los homicidas lo impactaron en al menos once oportunidades, causándole la muerte de forma inmediata.

Los investigadores hallaron más de quince vainillas en el lugar. La familia de la víctima aseguró que su ser querido era pensionado del Ejército desde hacía 15 años.

Álvaro Rodríguez dejó cinco hijos. Vivía en unión libre con su compañera sentimental en el sector donde ocurrió el crimen.

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Domingo, 1 de Enero de 2017
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