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Frontera
Panaderos, en vilo por expropiación anunciada por Maduro
El presidente del Consejo de Panaderos del estado Táchira, dijo que el sector está en emergencia.
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Eilyn Cardozo
Miércoles, 15 de Marzo de 2017

Los propietarios de las 1.150 panaderías que ofrecen sus productos en el estado Táchira están preocupados, no sólo por la falta de materia prima denunciada desde principios de año, sino por los términos usados para señalar al gremio de mafioso y usurero por voceros gubernamentales.

Gabriel Ayala, presidente del Consejo de Panaderos del estado Táchira, dijo que el sector está en estado de emergencia, puesto que en el último mes apenas han recibido seis gandolas, de casi 200 que deberían surtir a las panaderías.

“Hay panaderías cerradas técnicamente, pues solo permanecen abiertas para vender otros artículos como charcutería, jugos”, dijo Ayala.

Dijo que la cercanía con la frontera es, para los panaderos, a su vez una ventaja y una desventaja, porque si bien es cierto que abre la posibilidad de abastecerse de los productos escasos en el mercado venezolano, los elevados precios producto del diferencial cambiario encarecen el producto final y lo pone fuera del alcance de algunos clientes.

Hablando en cifras, un saco de 50 kilos de harina colombiana cuesta entre 110 y 120 mil bolívares, mientras la misma cantidad, en harina venezolana vale entre 12 y 15 mil bolívares, lo que termina impactando en la estructura de costos.

Explicó además que la harina importada por el gobierno (2 barcos de 30 mil toneladas), que representa el 30% del consumo nacional, ha llegado a los puertos de La Guaira y Puerto Cabello, por lo que se surte a los molinos del Centro del país. “Nosotros estamos asignados a los molinos Monaca y Cargen, del Zulia, pero ellos no han recibido trigo”.

La puerta que se abrió hacia Colombia ha permitido a los panaderos tachirenses importar por gandola; la empresa que les surte cuenta con un código de importación Sunagro y se está nacionalizando, lo que permitiría que la entrada de trigo se haga de manera permanente.

Reconoció que aunque hay cierta agresividad durante las inspecciones, no se les ha obligado a vender con precios a pérdida, “porque ellos mismos ven que si uno trae un saco de harina colombiana que sale en 110 mil bolívares o más, no puede vender un pan a los 120 bolívares que dice el gobierno, han sido conscientes con nuestra estructura de costos”, apuntó.

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