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Capitales de Colombia: principales destinos de migrantes venezolanos

En su mayoría, quienes migran hacia Colombia tienen doble nacionalidad.

Son más de 40 mil venezolanos los que a diario cruzan la frontera entre Táchira y Norte de Santander por los puentes internacionales ubicados en Ureña, San Antonio  y Puerto Santander. Cientos de ellos van solo de compras; otros, sin embargo, cruzan con sus maletas en la espalda, con la esperanza de hallar nuevas oportunidades de vida en Colombia y establecerse definitivamente en su país vecino.

Según datos aportados por la Fundación Redes, unos 3 millones 500 mil venezolanos han abandonado su país, solo en los dos primeros meses de 2017.

Por su parte, Máximo Méndez, representante juvenil por el partido Copei en Táchira, manifestó que al menos 180 jóvenes militantes de esa organización política en la entidad han tramitado documentos con miras a abandonar Venezuela para buscar oportunidades en otros lugares.

En su mayoría, quienes migran hacia Colombia tienen doble nacionalidad, lo cual les facilita la obtención de un empleo.

Entretanto, los venezolanos que buscan trabajo en Cúcuta cruzan el puente a diario buscando rendir sus ingresos al convertir los pesos en bolívares, pero quienes deciden migrar definitivamente a Colombia prefieren ciudades como Bogotá o Medellín como destino final.

Dejando atrás los afectos

Alexandra Torres es periodista, egresada de la Universidad de Los Andes y natural de la fronteriza población de Coloncito en el municipio Ayacucho. 

A mediados de 2016 decidió migrar a Colombia, en parte por los constantes enfrentamientos entre bandas paramilitares que se registraban en la población de Coloncito, donde residía, y en la cual el año pasado tuvieron lugar dos paros armados impuestos por los grupos irregulares que operan en la zona.

Como muchos, cruzó la frontera a pie, con su maleta a rastras y “un puñado de sueños”. 

Para ella, lo más duro ha sido dejar atrás sus afectos, su familia, sus amigos y abrirse camino en una ciudad desconocida, que ha aprendido a amar con el pasar de los días.

“Abandonar tu país es muy duro, abandonar a tus hijos, tu familia, tu tierra”, dijo. Sin embargo, “no se abandonan del todo, porque siempre se llevan en el corazón”.

Agregó que aunque todo comienzo es difícil, no pierde las esperanzas de concretar sus metas.

Actualmente trabaja como extra para televisión y afirma que su sueño es convertirse, en un futuro no muy lejano, en productora de espacios audiovisuales.

Sin comida y sin trabajo

José Antonio Páez tiene el nombre de un prócer venezolano, pero ello no le ayudó a la hora de hacerle frente a la difícil situación que atraviesa su país.

Por eso, decidió irse con su familia a Colombia para dejar alguna huella en Medellín, donde tiene parientes.

“Salí de Venezuela porque la situación estaba muy difícil y yo tengo un hijo pequeño”, dijo. “Allá no hay comida, no hay trabajo, mucha delincuencia, y yo no quiero criar a mi hijo en un ambiente como ese”.

Agregó que trabajando en Colombia no solo le alcanza para mantenerse junto a su familia, sino que también logra ayudar económicamente a su madre y a sus hermanos, que quedaron en la distancia, exactamente en la céntrica ciudad de Valencia, capital del estado Carabobo.

Abriéndose camino

Luis Pabón es un ingeniero que gracias a su abuela colombiana logró obtener la doble nacionalidad y se fue a Bogotá a probar suerte. 

La decisión no fue nada fácil, pues dejaba atrás a su hija de cuatro años y a su esposa embarazada.

“Pensando en ellas fue que decidí migrar”, relató. “Me vine a Colombia hace ya un año, decidido a abrirme camino, y aunque no fue fácil, encontré trabajo en una buena empresa. Pude alquilar un apartamento, amoblarlo, cubrir las necesidades de mi esposa durante su embarazo y el parto y en enero de este año me las traje conmigo, a ellas y a mis dos niñas”.

Dijo que en la capital colombiana su niña estudia en un colegio privado y su esposa, periodista de profesión, aún no ejerce porque la bebé está muy pequeña.

Sin embargo, ambos están decididos a convertir a Colombia en su segunda patria, y “aunque a Venezuela siempre la llevamos en el corazón, estamos agradecidos de las oportunidades que nos ha dado la tierra colombiana”.

Fuga de talentos

Voceros de la Fundación Redes y expertos a nivel nacional han advertido que Venezuela está siendo afectada por la “fuga de cerebros” o fuga de talentos, un proceso de migración de los profesionales que amenaza al desarrollo del país, ya que quienes se forman en la República Bolivariana aplican sus conocimientos en otros lugares. 

“Esta situación se origina en las escasas posibilidades de desarrollo económico que enfrentan los venezolanos, lo que vuelve casi imposible concretar propósitos como por ejemplo acceder a un vehículo o vivienda propios”, dijo Javier Tarazona, representante de la Fundación Redes en el estado Táchira.

Un ejemplo de esto son los docentes, quienes son los menos valorados en lo que se refiere a remuneración, lo que torna imposible cumplir metas como la de tener una vivienda propia. 

Y como ellos, ingenieros, académicos, periodistas, médicos y otra cantidad de profesionales deciden probar suerte en otros destinos donde existe necesidad de personal con formación de cuarto nivel, y aunque en Venezuela estas situaciones no son nuevas, la conclusión de todos es que parece haberse acentuado en el 2016 y lo que va de 2017.

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Eilyn Cardozo
Sábado, 25 de Marzo de 2017
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