La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile

Cuando no todos ponen

Cúcuta está casi que incomunicada con todos los municipios del norte y del occidente del departamento.

El puente Mariano Ospina Pérez está en las últimas; no da más, en criterio del secretario de Infraestructura del departamento, Rafael Ramírez, uno de los muy pocos funcionarios en verdad preocupados por la amenaza que acosa a la región.

Porque, como están las cosas, Cúcuta está casi que incomunicada con todos los municipios del norte y del occidente del departamento, por razón de un puente que ha servido más de lo que podía y que espera una ayuda in extremis de alguien.

El departamento ha puesto recursos hasta donde lo ha permitido su tesoro, pero, como el puente, ya no da más.

Parte del problema que se creará cuando el puente sea cerrado —como tiene que ser, para someterlo a repotenciación— tiene que ver con el desinterés absoluto del Municipio de Cúcuta para responder por sus carreteras y para solucionar todos los inconvenientes que sufrirá la comunidad.

Es tal la desidia, que ningún funcionario de la Alcaldía ha asistido a ninguna de las reuniones multisectoriales efectuadas para cerrar el puente y enfrentar las consecuencias de la manera menos traumática posible. Quizás sea porque, como en las plazas de toros, alguien ha salido a hacerle quites al toro de lo inevitable…

Y ese es el gobierno departamental que, sin corresponderle —porque para todos los efectos la responsabilidad es municipal—, se comprometió a destinar los recursos necesarios para facilitar pasos alternativos al puente de El Zulia.

Uno es la vía Urimaco-San Cayetano, despedazada por el paso de camiones pesados en anteriores oportunidades y sometida a reparaciones que no están a la par de la magnitud de los desperfectos y de las necesidades de los transportadores.

La otra es la ruta Cúcuta-Puerto León-Agualasal-Astilleros, por donde irán los camiones de carga en tres caravanas diarias. Pero, una caravana de prueba, se tardó seis horas en un recorrido que dejó averiados varios vehículos.

Ante la demora, la sugerencia oficial es que en vez de esta última ruta, los vehículos pesados vayan Cúcuta-Pamplona-Bucaramanga-Ocaña, lo cual, como  es previsible, encarecerá los costos de la carga de manera considerable.

Es de esperar que no ocurra, pero no puede descartarse que, por razón del invierno actual, la vía a Pamplona quede bloqueada, como en anteriores ocasiones. ¿Qué pasará, ya no con el departamento, que quedará con salidas, sino con Cúcuta, Villa del Rosario y Los Patios. La única salida posible, la vía Juan Frío-Chinácota es impensable.

Pero, si la Alcaldía de Cúcuta dispone de recursos para recuperar sus vías, garantiza la seguridad que se perdió en su área rural y hace suyo lo que es suyo, podrá haber una solución vial rápida, a fin de que los técnicos reanuden el trabajo suspendido en el puente.

Por dinero no puede quejarse, pues según el secretario de Hacienda, todos los contribuyentes están pagando de manera cumplida, copiosa y adecuada, sus deudas por impuestos predial y de industria y comercio. La prueba está en que ha habido jugosos recursos para obras como el cerro Nazareno, que no era ni urgente ni necesaria, como la improrrogable reparación de las carreteras rurales.

Viernes, 21 de Abril de 2017
Premium-home
Patrocinado por:
Logo Empresas
Temas del Día