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#HágaloAsí | Mejore las finanzas con su pareja

Se estima que el 80 % de las familias colombianas no elabora un presupuesto mensual de gastos.

Encontrar la mejor manera de alcanzar unas saludables finanzas conyugales, que además sean prósperas en el largo plazo, es lo que la mayoría de hogares aspira tener. Esto contribuye a la estabilidad y evita contratiempos de marca mayor, como el de una separación, solo por el mal manejo del dinero.

Para ello, El Colombiano habló con expertos en entrenamiento financiero, quienes brindaron recomendaciones para poner en práctica y obtener esa anhelada estabilidad económica, fundamentalmente, cuando las cuentas no dan.

Se estima que el 80 % de las familias colombianas no elabora un presupuesto mensual de gastos, lo que hace que una de cada de tres personas gaste más de lo que gana, según cifras de la empresa Resuelve tu Deuda.

Además, se estima que el 40 % de ingresos de los colombianos se lo lleva el denominado gasto hormiga (almuerzos en la calle, mecatos, cigarrillos, gasto de menuda).

La primera carta de amor para diseñar cualquier estrategia financiera en pareja, que apunte a ese bienestar del dinero, se escribe con confianza. Este insumo es definitivo, si quiere construir con su cónyuge cualquier propuesta para manejar las cuentas del hogar.

Se suma otra carta para jugar: la comunicación, complemento ideal que los mismos entrenadores financieros sugieren incorporar desde el principio de la relación. Así es que se puede hablar de sociedad conyugal, independiente de si se casaron o viven en unión libre, o si apenas están en la etapa de noviazgo.

“Este rótulo conyugal le da más peso a la relación financiera, porque comercialmente, una sociedad es aquella que permite generar valor en el tiempo. Así se deben concebir siempre, sobre todo, cuando se refiere al manejo de dinero”, indicó Diego Fernando Martínez, entrenador en comportamiento financiero de la firma Foccuss.

Ya con la incorporación de este concepto, los integrantes de una pareja siempre deben ser complemento uno del otro. Si no es así, es muy poco probable que haya éxito económico.

De hecho, reconozca estas habilidades complementarias que tiene el otro, sobre todo en discusiones constructivas al decidir un gasto: por ejemplo, siempre habrá uno que es más el soñador y el otro tiende poner los pies en la tierra.

Modelos a implementar

En este complemento surgen modelos que funcionan bien para unos, pero mejor para otros. Por eso, no se puede hablar de una sola receta.

Hay casos en los que un fondo común funciona muy bien, lo que permite cumplir con las obligaciones fijas mensuales sin ningún problema. Así se cubre a tiempo con los pagos fijos del hogar.

Hay otros casos en que uno de los cónyuges entrega todos sus ingresos al otro, porque es mejor administrador.

También está la opción de dividirse los gastos y cada uno responde por el que asumió.

Cualquiera de estas opciones es válida, siempre y cuando partan de la premisa de hacerlo desde la confianza y la buena comunicación.

“Es fundamental que a partir de un proceso transparente, la pareja declare abiertamente cuáles son sus recursos financieros. Sin tener esto claro, no se puede hablar de presupuesto, ni de planeación. Una cosa es hacer planeación con 3 millones de pesos de ingresos, cuando en realidad son 5 millones”, manifestó por su parte, Luis Francisco Cubillos, director del programa de Administración de Empresas de la Universidad Central de Bogotá.

Si ya se tiene claridad del total de ingresos del hogar, independiente de si la mujer gana más que el hombre, el siguiente paso es elaborar un presupuesto detallado de los egresos de la pareja.

Sin embargo, hay una de pregunta frecuente que hacen a los expertos: ¿es realmente justo que cada uno deba dar la mitad para el fondo común, si el ingreso de los dos es diferente?

Según Clara Inés Guzmán, líder del Programa de Bienestar Financiero de Old Mutual, esa no debe ser la pregunta, porque los aportes financieros del hogar no son solo en dinero, sino en tiempo y dedicación, que también tienen un valor.

“Las mujeres tenemos obligación frente al dinero, de ahí nuestro rol al saber evaluar y valorar una decisión de gasto, además de cuantificar el trabajo del hogar. Este también puede ser desempeñado por un hombre”, apuntó Guzmán.

Hay que destacar que a pesar de tener ese fondo común en operación, la independencia no puede desaparecer. Suena contradictorio, pero es así. Se sugiere que del fondo común se saque un rubro para dividir entre los dos, esto para gastos individuales.

Para entenderlo mejor, se puede decir que es algo justo, porque ambas personas son empleadas de la sociedad conyugal y por eso, deberían ganar lo mismo.

Esta carta de amor para las finanzas también se debe jugar de común acuerdo. “Permite que la sociedad conyugal vaya creciendo, se mantenga la independencia en puntos específicos de género y eso nutre la relación”, añadió Martínez (ver Análisis).

Cuando el fondo no es capaz de cubrir las obligaciones fijas, las parejas buscan la manera de financiar ese déficit, endeudándose. Puede ser mediante la tarjeta de crédito o un cupo rotativo, pero ojo que no es lo recomendado.

“Si en una ocasión ocurre alguna emergencia está bien hacerlo, pero si ya es recurrente el desajuste, los dos deben sentarse a revisar cómo recortar alguno de los gastos, empezando por los suntuarios (salidas a restaurantes, compra de ropa, viajes)”, añadió Cubillos.

Presupuestar gastos

Pero estas cartas serán útiles, si se identificar tres tipos de gastos en la economía del hogar: visibles, invisibles y provisiones. Los primeros se refieren a los montos fijos representativos, como arriendo, o pago de la cuota de la casa, del carro, colegio de los hijos, servicios públicos.

Mientras que los invisibles (hormiga) son los que individualmente son de poco monto, pero como se hacen varias veces en el mes, tienen un valor representativo en el presupuesto al sumarlos. Por ejemplo, pagos de taxis no presupuestados, compras de cerveza, salidas no planeadas, comprar la lotería o el chance.

Las provisiones no son mensuales, pero sí se deben pagar durante el año. Por ejemplo, el semestre de universidad de los hijos, pago del impuesto predial. Son gastos que debe tener en cuenta siempre y no esperar a que llegue la fecha de pago, porque al no tener dinero se apela a usar la tarjeta de crédito y con altos intereses (ver Cómo funciona).

Entre la estructura de gastos fijos mensuales del hogar, se debe buscar la manera de bajarlos: mermar planes de telecomunicaciones (celular, televisión, internet). Mercar al por mayor permite generar economías de escala con otros miembros de la familia o amigos cercanos, así baja el precio por producto.

También pagar de forma anticipada para ganar algunos porcentajes de descuento, como con el pago adelantado de pensiones en el colegio, por ejemplo.

Por su parte, Ricardo González-Aragón, gerente comercial de Resuelve tu Deuda, planteó que el fondo común del hogar se podría dividir así: 70 % dedicado al pago de vivienda, educación, salud, transporte, alimentación y el 30 % restante, a entretenimiento, ahorro y pago de deudas anteriores.

Más allá de la estructura financiera que se de tenga, “esté atento a que cuando alguno de los dos no quiere hablar de dinero, evade el tema o se enoja, eso pasa porque las cosas no están funcionando bien. Ahí es cuando la comunicación tiene que salir a flote para persistir en el plan financiero que se tenga”, destacó González-Aragón.

El experto recordó que el presupuesto familiar se debe revisar cada mes de forma detallada, porque las cosas cambian rápidamente y se debe tener adaptabilidad financiera para responder a tiempo. Esto se debe hacer en una reunión tranquila.

Sueños a alcanzar

Antes de caer en sobregiros del hogar, recuerde tener definido su presupuesto mensual, no olvide que es su hoja ruta para mantener la disciplina financiera.

Tradicionalmente, se ha enseñado a planear los gastos del hogar solo para pagar obligaciones, pero no se ha enseñado cómo alcanzar objetivos de largo aliento, que también deben incluirse en el plan.

El ser humano es aspiracional, todo el tiempo quiere más. Primero piense en sus sueños y luego en sus gastos.

De ahí la importancia de llevar un estilo de vida disciplinado en sueños y gastos de la pareja. Así es fundamental proyectarse juntos en el mediano y largo plazo con temas como las vacaciones o compra de vivienda, por ejemplo.

Siempre un sueño en pareja trae más unidad, eso sí, “tienen que ser retadores, porque cuando hablamos de sueños alcanzables esto limita. Pero si retan, exige que las parejas se sienten a definir pasos para alcanzarlo, les exige compromiso y dedicación”, añadió el representante de Foccuss.

Se dice que una sociedad conyugal es igual a una empresa y las compañías viven de proyectos. Por eso no deje de definir estos sueños que los motivarán, con propósitos concretos. Tenga claro el para qué de esa meta.

Cuando el presupuesto es ajustado, se deben pensar alternativas de más ingresos para alcanzar esos sueños, por ejemplo, un trabajo adicional, o una asesoría o dictar clases en una universidad.

Puede ocurrir que en el camino uno de los dos vaya perdiendo el impulso de alcanzar el sueño, o caiga en la indisciplina del gasto. Ahí vuelve la comunicación como carta para motivar al cónyuge.

“Cuidado con la infidelidad financiera, ese pecado que tratamos de ocultarle al otro, por darnos gustos egoístas, no presupuestados”, recordó la líder del Programa de Bienestar Financiero de Old Mutual.

Persistir entre los dos

Así que el camino financiero es para toda la vida. La mayoría de personas siempre pide resultados sin un proceso para alcanzar esta disciplina financiera. No se canse de insistir en este propósito, porque quiere ver los resultados ya y todavía no llegan.

En la medida que la pareja entienda que es un camino cargado de aprendizajes, podrá ver más pronto los frutos de su plan financiero.

Recuerde celebrar cada logro alcanzado, no de forma exagerada, pero sí austeramente para que les recuerde que poco a poco han conseguido juntos lo propuesto.

El principal problema que evita avanzar en este camino exigente es que se siga con la mentalidad egoísta del dinero, de que no tiene que pedirle permiso a nadie para gastar. Elimine estos conceptos errados y hable siempre.

De acuerdo con los expertos, no basta apenas con mantener las cuentas al día, usar el crédito con responsabilidad y saber economizar en las compras. Estas actitudes son importantes, pero recuerde que los sueños de pareja, por los que juntos pueden ahorrar, motiva para hacer las cosas bien financieramente y alcanzar metas en la vida.

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Colprensa
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Lunes, 20 de Febrero de 2017
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