De niño, soñó con ser artista y su padre le inculcó valores culturales que calaron en su intelecto. Tras graduarse del bachillerato ingresó a prestar servicio militar en el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) y al ver que podría tener estabilidad laboral, se quedó en la institución.
El hecho bien podría ser sinónimo de sepultar sueños e ilusiones, pero Jaime Eliécer Moreno Ospina, encontró en la cárcel el combustible para darle vida a un nutrido mundo cultural. Ha escrito dos libros y se desempeña como docente y coordinador cultural en el Inpec de Cúcuta, donde además tiene un proyecto musical con los internos.
Recientemente lanzó su libro: ‘Embajada, secuestrado en una cárcel colombiana’ y hablamos con él sobre su experiencia literaria como guardián.
¿Desde cuándo se enamoró de la literatura?
A los 12 años escribía poesía y cuentos. Cuando estaba terminando el bachillerato una profesora me motivó a recopilar el material para que hiciera algo interesante y ahí empezó todo.
¿Cómo fue ingresar al Inpec?
Fue en el 2000. Como había prestado servicio militar allí, abrieron la convocatoria y me vincularon de planta. Empecé en Valledupar y he laborado en varios establecimientos del país.
¿Cómo logró siendo dragoneante formarse en la cultura?
Tuve todo el apoyo de la institución para estudiar filosofía en la universidad Santo Tomas. Cursé estudios de música sinfónica, andina colombiana, de guitarra clásica y en dirección de orquestas en la Escuela Francisco Navarra Lara de España. En todo ese proceso vi que era fundamental recuperar los escritos y hacer un libro.
¿Cómo llegó a Cúcuta?
Soy de Fresno (Tolima). En la ciudad voy a cumplir ocho años y vine trasladado de La Dorada (Caldas) en 2009. Me ocupé del sector educativo que es mi campo una vez se abrieron las nuevas instalaciones del Inpec.
¿Cómo surgió la idea del libro ‘Embajada’?
De las problemáticas que vive en Inpec. No es un secreto que los establecimientos de reclusión están en situación de hacinamiento incontrolable. En 2000, cuando apenas empezaba mi carrera, se empezó a evidenciar ese problema con el crecimiento exagerado de reclusos y la mínima salida. De todo ello, unido a una vivencia personal en la cárcel Picaleña de Ibagué, se habla en el libro.
¿A qué experiencia personal se refiere?
A la toma de la cárcel Picaleña por un grupo de internos, quienes retuvieron a 23 guardianes. No hice parte del grupo de retenidos, pero viví el hecho de cerca y conocí las historias de los compañeros secuestrados como de los internos que organizaron el plan.
¿Cómo logró que en la editorial lo aceptaran?
En la Fiesta del Libro de Cúcuta tuve la oportunidad de lanzar el libro de poesía: ‘Un poco de mi’ y con la difusión conocí a personas que me sugirieron presentar el borrador de ‘Embajada’ a una editorial. Lo llevé a Oveja Negra y para mi fortuna el 17 de enero de este año, recibí un correo en el que me manifestaban que estaban interesados en la historia.
¿Qué decía esa comunicación?
Elogiaron el trabajo y destacaron el hecho de que una persona vinculada con el Inpec fuera quien contara lo que pasaba al interior de las cárceles. Me pidieron enviar todo el texto y se inició el proceso de corrección de estilo y todos los procedimientos previos a la publicación. Además, me gustó mucho que no me dejaron ir a otra editorial.
¿En qué momentos escribía?
Los fines de semana, o cuando la inspiración llegaba y tomaba un papel y un lápiz. En otras oportunidades agarraba el celular y me grababa. Mi trabajo es de lunes a viernes como docente.
¿Qué le dicen en la cárcel por el logro?
En Cúcuta he tenido apoyo de las directivas y los compañeros me felicitan y piden autógrafos. Lo interesante es que han leído el libro y ese ha sido un tema de sano debate.
¿Qué ha sido lo más difícil de ser guardián?
Las condiciones laborales por la gran cantidad de internos y los horarios pesados de trabajo.
¿Lo más interesante?
Ver a los internos salir en libertad con la convicción de no volver porque se han capacitado y han aprendido un arte para ganar dinero de manera legal. Ellos reciben múltiple formación, incluso con el Sena que tiene un amplio abanico de posibilidades. Cuando ellos se vuelven productivos y quieren recuperar a sus familias y los proyectos de vida, la satisfacción es grande por el deber cumplido.
¿Dónde se consigue su libro?
Los interesados en conocer la historia pueden ingresar a la página web de la editorial: www.editorialovejanegra.com. Allí lo pueden adquirir en físico o en digital en formato PDF. En Cúcuta se pondrá en venta en Panamericana.
