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Segundo caso de violencia sicológica en un aula de clase

Fue denunciado ayer por parte del papá de una estudiante de décimo grado.

El caso de violencia sicológica que fue denunciado ayer por parte del papá de una estudiante de décimo grado del colegio María Concepción Loperena (Cads) activó las alarmas sobre lo que está pasando en las aulas de clase de Cúcuta y el departamento.

Según Levinson Enrique García, papá de la menor Leidy Lorena, a su hija se le está discriminando de manera directa por el profesor de física de esa institución, Jairo Restrepo, por el hecho de ser gorda.

Dijo que no hay justificación alguna para que este docente arremeta cada vez que quiere contra su hija, expresándole comentarios alusivos a su estado físico y, además, generando burlas entre sus compañeros de clase.

La estudiante le relató a La Opinión que su profesor de Física en tres oportunidades le ha mencionado delante de sus compañeros “que no siga comiendo porque se va a engordar más”.

Esta situación ha desencadenado burlas de sus compañeros, a tal extremo que la alumna les ha expresado a sus papás que no quiere volver más a esa clase por temor a seguir siendo blanco de comentarios y de burlas.

Ayer, el papá anunció una solicitud a la Secretaría de Educación y a las directivas del colegio, a fin de que se tomen medidas y no se siga discriminando a su hija.

Al ser indagado sobre el caso, el rector de la institución, Serafín Bautista Villamizar, dijo no conocer la situación.

“Oficialmente, no conozco nada sobre el tema por parte de la estudiante ni de sus papás”, dijo el rector, no obstante manifestar que en caso de ser ciertas las denuncias, sería el colmo de los colmos de un maestro que se ponga en ese papel.

Precisó que el buen trato con la estudiante será garantizado y lamentó que los papás no hayan dado a conocer al colegio esta situación.

Anunció que se abrirá una investigación para escuchar a todas las partes.

Por su parte, la secretaria de Educación, Indira Pérez, invitó a los papás de la estudiante a formular su denuncia en la dirección de vigilancia, para así emprender la respectiva investigación. “La idea es que se protejan los derechos de la niña”.

Este caso hace parte de la cadena de hechos de violencia escolar que sacude las aulas de Cúcuta y el departamento. En mayo, otro caso de discriminación se produjo en la Escuela Normal María Auxiliadora, y fue negado por las directivas de la institución. En esa oportunidad, Alicia Cárdenas, madre de la estudiante Nicol García, denunció que a su hija no le permitían profesar su religión.

La policía de Infancia y Adolescencia señaló que muy a menudo es invitada a los colegios a dirimir casos de violencia escolar, como los ocurridos el año pasado en el Instituto Nacional de Enseñanza Media Diversificada (Inem) José Eusebio Caro, en donde un estudiante apuñaló a otro en un glúteo.

Miriam Támara, directora de la Fundación Resplandecer para Vivir (Funresvi), indicó que en 2010 la organización que dirige implementó en Cúcuta el proyecto Mesas de Reconciliación, para tratar con especialistas los problemas de convivencia en los colegios, y dos años después se vieron obligados a extender sus servicios en la región por el aumento de los conflictos. En las instituciones, por ejemplo, el microtráfico de estupefacientes ha tomado fuerza y esto agudiza el problema.

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Jueves, 22 de Septiembre de 2016
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