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Cúcuta no sabe sobre qué suelo está parada

Gestión del Riesgo desmintió un posible terremoto que destruiría la ciudad.

No es cierto que se aproxime un gran terremoto sobre Cúcuta que la destruiría igual o peor que como ocurrió en 1875.

El desmentido rotundo fue de las autoridades de gestión del riesgo y los cuerpos de socorro durante un foro que convocó el Concejo para analizar qué tanto está preparada Cúcuta para enfrentar un gran desastre.

La aclaración la hizo el director departamental de gestión del riesgo, Anelfi Balaguera, para despejar todas las dudas que se han tejido por redes sociales en torno a la alarmante noticia, producto de los reiterados sismos de baja intensidad que han sacudido la ciudad en los dos últimos meses.

“Es algo imposible de predecir, como para que se esté especulando de que estamos ad portas del desastre”, dijo el funcionario.

Sin embargo, en lo que sí coincidieron las autoridades presentes en el foro, es en que “estamos graves” en aspectos tales como prevención, capacitación, equipos, logística, camas, ambulancias, entre otros elementos indispensables para disponer en la eventualidad de una tragedia de gran impacto.

Por ejemplo, la ciudad no conoce su sísmica, pese a estar sobre una zona de alta sismicidad, por las fallas que cruzan el territorio donde está construida, como Boconó y Uribante-Caparo, que nacen en Venezuela, dijo el ingeniero Carlos Flórez, decano de la facultad de ingeniería de la Universidad Francisco de Paula Santander (Ufps).

En esto hay un atraso de más de 30 años que debe corregirse cuanto antes. Pero también la ciudad está en mora de crear un observatorio sismológico, porque de nada sirve conocer la sísmica si no se hace seguimiento permanente a su evolución, dijo Flórez.

Esto permitirá seguir construyendo sobre la base de una norma local y no nacional, como ocurre ahora. También, trazar pautas sobre los niveles de altura para construcción de edificios de más de diez pisos, por ejemplo.

El consenso de las autoridades es que hay un real interés por prepararse para hacer frente a una gran tragedia. “No obstante, esto no es suficiente si no se cuenta con las herramientas y los equipos necesarios en todos los niveles para atenderla”, dijo Oscar Granados, funcionario de Planeación Municipal.

En materia de atención en salud, Roberto José Claro, coordinador de urgencias del Hospital Universitario Erasmo Meoz, fue mucho más crítico al señalar que en la actualidad la atención  en Cúcuta está colapsada. “Ganas hay para servir, pero en la eventualidad de un evento grande es muy poco lo que podemos ofrecer”, precisó.

Un aspecto que llama la atención es que la red pública de salud solo cuenta con 12 ambulancias, de las cuales tres son del Hospital Erasmo Meoz, una del Rudesindo Soto y el resto del municipio. La norma internacional dice que debe haber una por cada 25 mil habitantes. En materia de Unidades de Cuidados Intensivo solo hay 18, lo que significa un déficit de camas de 70 por ciento.

Muchas cosas por revisar

El director de Gestión del Riesgo del departamento, Anelfi Balaguera, recomendó a las autoridades municipales revisar la capacidad de respuesta de los organismos encargados del riesgo en la región, así como los servicios de emergencia que hay en el municipio, que sean operativos, incluidos los cuerpos de socorro.

El funcionario mencionó que para estar preparados es necesario contar con una red de salud en óptimas condiciones, que permitan actuar ante un gran desastre.

También revisar la capacidad de Cúcuta en cuanto a resiliencia, es decir, saber adaptarse y reaccionar ante un estado adverso. Para ello, se requieren muchos simulacros y tener autocontrol.

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Miércoles, 8 de Marzo de 2017
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