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Un común denominador

Ante la realidad y la presión de los problemas la política debe asumirse en función de soluciones.

La política como “Actividad del ciudadano cuando interviene en asuntos públicos con su opinión, con su voto o de cualquier otro modo”, o “Arte o traza con que se conduce un asunto o se emplean los medios para alcanzar un fin determinado”, según acepciones del Diccionario de la Real Academia Española, debiera ser de interés general. Un vínculo común para emprender causas orientadas al fortalecimiento del quehacer humano. Pero se requiere que la conducta de quienes asumen tales responsabilidades no caiga en los desvíos recurrentes de dirigentes empeñados en torcerle el cuello a la decencia en busca de beneficios descomedidos.

Ante la realidad y la presión de los problemas la política debe asumirse en función de soluciones y no de aprovechamientos indebidos, que son negocios de ostensible turbidez, como se registran en Colombia en forma casi rutinaria.

Se requiere un cambio de profundidad en la nación. Y es infundirle a la política una dinámica de contenidos positivos. Los recursos del país deben estar destinados al beneficio de todos y no como botín de lucro particular, que equivale a ese amasijo de riqueza en forma ilícita.

Con respecto a Norte Santander el objetivo de la política está llamado a responder a un nuevo emprendimiento que deje atrás mezquindades, egoísmos, picardías y frustraciones, a fin de crear condiciones para la ejecución de planes y proyectos de envergadura de alcance social.  Es un impulso contra los acumulados aplazamientos. Es un salto por encima de la inmediatez y la mediocridad. Es  salir de baratijas, pacotillas,  caprichos deleznables y audacias erráticas. Es asumir retos en la perspectiva de metas hacia cambios decisivos.

Hay muchos asuntos regionales que debieran generar consensos, sin perjuicio de las etiquetas ideológicas que se tengan. Consenso para poner a Cúcuta en un derrotero de certidumbres efectivas. Porque no se debe seguir en improvisaciones con la prédica de un ´progreso´ que no se ve llegar en lo social. 

Los indicadores de pobreza, de informalidad, de desempleo, de  escepticismo, de bajo nivel de cultura ciudadana, de abuso de autoridad y de déficit en autoestima, son demostrativos de tal encrucijada. También hay que hacer consenso alrededor del Catatumbo para sacarlo del laberinto en donde está atrapado. 

De cara a la paz se impone un frente común con el objetivo del mejor aprovechamiento de los recursos que puedan llegar. Se trata de canalizar proyectos que infundan una renovadora corriente de iniciativas de fortalecimiento de la economía, del desarrollo social y del tejido cultural. Es como abrir más amplios espacios en educación, salud, seguridad y protección ambiental.

Seguir insistiendo en incoherencias, repentismos y fragilidades es una lamentable equivocación. Es como arar en el desierto.

Puntada

El gobernador William Villamizar tiene despejado su período en la administración de Norte Santander en este segundo mandato. Esto le impone un liderazgo que debe traducirse en llevar al departamento a un mayor nivel de calidad en todo. Debe estar consciente de que es un reto al que corresponde dedicarle lucidez y acierto.

Sábado, 25 de Marzo de 2017
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