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Teorías económicas (II)
Existe una corriente de pensamiento, desconocida para la mayoría, más antigua que la clásica: La tradición desarrollista.
Viernes, 6 de Mayo de 2016

Continuamos con nuestro resumen de las teorías económicas con la escuela neoclásica. Esta  concebía la economía como un grupo de individuos racionales y egoístas antes que como un conjunto de clases distintas. Desplazó el foco de la economía  al consumo y el intercambio, contrario a Adam Smith para quien el núcleo del sistema económico era la producción. Creen en el libre mercado aunque algunos exponentes cuestionan esta posición y han identificado sus límites. Introduce el concepto de fallo del mercado porque en ciertas ocasiones los precios no reflejan los verdaderos costos y beneficios sociales por no tener en cuenta las externalidades negativas como la contaminación y el deterioro al medio ambiente que se consideran en la economía clásica como gratuitos. Desarrollaron el argumento de fallo del gobierno planteando que los gobiernos en sus intervenciones al mercado pueden fracasar más estrepitosamente que estos.

Existe una corriente de pensamiento, desconocida para la mayoría, más antigua que la clásica: La tradición desarrollista. Plantea que las economías atrasadas no podrán desarrollarse si lo dejan todo en manos del mercado. Considera que el desarrollo no se logra solo aumentando la renta, cosa que puede ocurrir en una bonanza de forma temporal, sino que se deben aumentar las capacidades productivas para superar el atraso económico. Esto requiere intervención estatal.

Ahora pasamos al considerado por muchos el economista más importante del siglo XX: John Maynard Keynes. Este hombre extraordinario Inventó la macroeconomía, la rama que analiza la economía en su conjunto, como una entidad diferente que la suma total de sus partes. La escuela keynesiana elaboró una teoría económica más apta para la economía capitalista avanzada que las escuelas clásica y neoclásica. Destaca el papel clave que desempeñan las finanzas en el capitalismo y planteó que en momentos de crisis el estado debe intervenir realizando inversiones que reactiven la demanda.

Desde el principio existió una línea de oposición a Keynes que cuestionó, desde diversos ángulos y con intensidad creciente, la validez de la interpretación keynesiana sobre el funcionamiento económico y su corolario: la eficacia (y la necesidad) de una política económica orientada al mantenimiento de niveles de empleo aceptables y con capacidad para evitar las fluctuaciones violentas de la actividad económica. Esta teoría se conoce como La escuela monetarista cuyo exponente más conocido es Milton Friedman. Sus seguidores no conciben la intervención estatal más que para garantizar la seguridad interna y externa del Estado, administrar justicia y realizar algunas obras públicas de infraestructura económica esenciales para el desenvolvimiento de la economía. Le asignan a la cantidad de dinero el papel fundamental, sosteniendo -con acierto- que la oferta monetaria es el determinante clave de los movimientos a corto plazo de lo que un país produce y, además, del nivel de los precios a largo plazo.

Continuamos con la escuela austriaca. Los seguidores de este pensamiento económico son fervorosos defensores del libre mercado. Sus exponenente quizás más conocido es el premio nobel de economía  Friedrich Von Hayek que en 1944 publicó un libro muy popular e influyente: Camino de servidumbre, en el que advertía los peligros de la intervención estatal. Plantea que la racionalidad humana es muy limitada, que el mundo es sumamente complejo e incierto y que planificar una economía como planteaban los socialistas es imposible debido a los volúmenes de información, los cambios constantes y la incertidumbre. Esto solo se logra con el orden espontaneo que proporcionan los mercados competitivos.

Otra corriente de pensamiento es la escuela institucionalista que considera que la sociedad moldea a los individuos y estos a su vez moldean la sociedad. Plantea analizar las instituciones o reglas sociales que afectan e incluso configuran a los individuos. Se hizo célebre por cuestionar la idea del individuo racional, egoísta. Sostenía que existen varias capas de motivaciones (el instinto, el hábito, las creencias y, solo en último lugar, la razón) subyacentes al comportamiento de los seres humanos.  

Por último, en esta breve exposición de las teorías económicas, hablaremos de los conductistas.  Para el economista Ha Joon Chang la síntesis de  La escuela conductista es que no somos lo bastante inteligentes y por eso necesitamos reglas para restringir deliberadamente nuestra libertad de elección. Rechaza el supuesto neoclásico de que los seres humanos siempre actúan de una manera racional y egoísta.

Como vimos existe en la economía un gran jardín con  flores de diferentes atractivos. Ninguna teoría tiene la respuesta a la situación de un país, ni se puede aplicar indiscriminadamente sin tener en cuenta la población, su nivel tecnológico, la cultura su posición geográfica, sus instituciones. Cada país debe seleccionar los conceptos que mejor se adecuen a su situación y estar alerta a los movimientos en un mundo cambiante. Nadie nos puede dar la receta tenemos que construirla.

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