10 de junio de 1995, cuatro y media de la tarde, muere en accidente de tránsito Patricia Teherán. 24 de agosto de 2005, fallece en accidente de tránsito Kaleth Morales. 14 de abril de 2017, pierde la vida en accidente de tránsito Martín Elías Díaz.
Los tres exitosos cantantes del género vallenato, los unen curiosas coincidencias. Murieron en departamentos caribeños. Patricia y Martín, nacieron en el mes de junio y murieron un día jueves, casi con la misma edad (25 y 26 años).
Con la noticia del accidente ocurrido en el automotor en que viajaba el hijo de “Cacique de la Junta”, los medios de comunicación ajustaron su programación, puesto que se trataba de una noticia en la cual intervenía una promisoria figura del vallenato.
Al principio, como era de esperarse hubo pronunciamientos de muchas personalidades, aunque a decir verdad los que más pudieron sentir la sensible y triste desaparición fueron sus familiares, amigos muy cercanos y por supuesto, su organización. Ese inmenso grupo de personas que con altos niveles de estrés apoyaban con su trabajo todas las actividades previas, durante y después de cada intervención del artista para que funcionara milimétricamente, han quedado sin trabajo.
Ahora, van apareciendo detalles relacionados con las probables causas del accidente y sin ser aguafiestas, eso no resuelve nada.
Las autoridades son las encargadas de recaudar las pruebas entre esas, la diferencia de versiones entre Joaquín Guillén, padrino de Martín Elías y Armando Quintero, su conductor. El primero manifestó que venían a 220 Km/hr y el segundo dijo que a 120 Km/hr aunque casi podría asegurar que la casa matriz de tan prestigiosa marca, puede ayudar a descifrar la velocidad máxima previa al volcamiento, con base en registros electrónicos.
Bajo ninguna circunstancia pretendo tomar las funciones de un juez para culpar al conductor, pero viéndolo en frío, es importante señalar en algún momento al presunto responsable del accidente, con base en las condiciones geométricas de las vías, señalización, daños en el vehículo, pericia del conductor y demás detalles que seguramente serán analizados por expertos en ingeniería forense.
Patricia, Kaleth y Martín, partieron muy pronto de este mundo terrenal y lo cierto es que el ímpetu de la juventud los condujo de una u otra forma a irrespetar las leyes de la física. Por lo pronto, el motorizado que dicen se atravesó puede ser real o parte de la excusa, porque un veterano conductor sabe que a más de 80 Km/hr, cambiar bruscamente la dirección de un automotor sea cual fuere la tecnología de su diseño y sistemas de seguridad, es objeto de accidente mortal y en cuanto a la hora del accidente, es otro tema de revisión toda vez que un mapa vial indica que entre el origen (Coveñas) y el sitio del siniestro (Corregimiento Aguas Negras- Municipio San Onofre) hay como máximo 78 kilómetros. Si salieron a las 6 y 30 de mañana, es posible que la hora del infortunado hecho pudo ser antes de las 7 am, de acuerdo a la velocidad acusada por el conductor. El tema no deja de ser interesante desde cualquier punto de vista que se evalúe y su desenlace debe ser un recordatorio para los inquietos conductores que dicen sabérselas todas.
