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¿Naciones Unidas o “fundidas”?

Lo primero es aclarar que la ONU no es un gobierno mundial.

Una de las cuestiones más interesantes en política internacional es la relacionada con la eficacia de la labor desempeñada por la ONU. Esta es una discusión compleja que puede llevar a acalorados debates en favor o en contra de su trabajo.

Lo primero es aclarar que la ONU no es un gobierno mundial. Como organización internacional tiene una “Ley Fundamental” -la Carta de Naciones de 1945- la cual surgió por un pacto de voluntades entre países con la finalidad de dotar el concierto internacional de más civilización y menos barbarie; de más seguridad, paz y menos uso de la fuerza unilateral de los Estados; de más cooperación y menos desintegración.

¿Se ha logrado lo anterior? En una parte importante sí. La Carta de Naciones establece como órganos principales: el Consejo de Seguridad, la Asamblea General, el Consejo Económico y Social, el Consejo de Administración fiduciaria, la Corte Internacional de Justicia y la Secretaría General. Debido a que cada uno de estos organismos tiene funciones determinadas, a la limitación de no contar con un organismo ejecutor internacional y a la falta de voluntad de los Estados-parte; en muchas ocasiones los resultados de la labor de la ONU no son los más deseables.

Sin embargo, fue gracias a la labor de la Asamblea General y del Consejo Económico y Social que se celebraron los grandes instrumentos internacionales de DD.HH. como son los Pactos Internacionales de Derechos Civiles y Políticos, de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, entre otros instrumentos; los cuales han servido para que los Derechos allí establecidos sean incorporados en las Constituciones de la mayoría de países y en los sistemas de protección internacional de Derechos Humanos regionales (como el Interamericano y el europeo) convirtiéndose así en límites jurídico-morales de protección del individuo frente a la actuación Estatal.

En ese mismo sentido, pese al desequilibrio interno del Consejo de Seguridad conformado por 15 miembros -5 permanentes y 10 no permanentes; cada uno con derecho a un voto, y los 5 permanentes además con el poder de veto (EE.UU., Reino Unido, China, Francia y Rusia, países vencedores de la II guerra mundial); este organismo ha realizado labores importantes para garantizar la seguridad y paz internacional: conformación de los tribunales internacionales ad-hoc para el juzgamiento de crímenes internacionales en los conflictos de la antigua Yugoslovia (1993) y Ruanda (1994), la remisión a la Corte Penal Internacional de los casos de Darfur-Sudan (2005) y Libia (2011), de acuerdo a las facultades establecidas en el Estatuto de Roma, desarrollo de labores humanitarias y de mantenimiento del orden en distintos países con conflicto como Colombia (verificación de cumplimiento del Acuerdo de Paz con las Farc del 2016), entre otras cuestiones.

Por otra parte, como cuestiones prioritarias para mejorar la eficacia del trabajo de la ONU se encuentran: la democratización del Consejo de Seguridad, considerando que en un mundo globalizado la existencia de sólo 5 miembros permanentes y con poder de veto mina el objetivo de igualdad político-jurídica para los Estados; la solución de los conflictos palestino-israelí, sirio, iraquí, afgano, los de algunos países africanos, entre otros; el futuro contrapeso a la amenaza del “populismo autoritario” (Trump, Maduro, Ortega, Putin, etc.) para los DD.HH. y la democracia; el cambio climático; la igualdad de género; la moralidad anticorrupción de sus órganos; etc.

Se espera que con el recién electo Secretario General de la ONU Antonio Guterres se logren avances importantes en muchos de los temas mencionados los cuales podrían hacer unir o en el peor de los casos fundir más a las Naciones del mundo.

Martes, 24 de Enero de 2017
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