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¡Gracias, don Alfredo!
Cómo olvidar el “basquetbol brasilero” o la “canasta estrella” que eran ejercicios infaltables.
Martes, 28 de Febrero de 2017

“Enseñar es un ejercicio de inmortalidad.” Rubem Alves

Ad portas de iniciar la “Gran Depresión” en el mundo entero, nacía en la ciudad de Cúcuta un primero de mayo el maestro Alfredo Díaz Calderón, una de las glorias del baloncesto regional y nacional, que entregó al país y al departamento innumerables triunfos deportivos, también compartió su dedicación y conocimiento con varias generaciones de nortesantandereanos que hicimos parte de alguno de los muchos equipos que dirigió. Ni que decir de sus muchos años como comentarista radial de baloncesto y como escritor de la historia del deporte en el departamento.

Los que tuvieron el privilegio de verlo como jugador, afirman que era un deportista excepcional, muy técnico y disciplinado. Para los que no lo vimos jugar, no es difícil imaginarnos sus capacidades, bastaba no más estar en uno de sus entrenamientos o verlo en alguno de los recesos lanzando tiros libres con una precisión casi perfecta. Los homenajes se hacen en vida y es por eso que con unas sencillas pero sentidas palabras, quise en nombre de muchos nortesantandereanos dedicarle unas cuantas líneas a esta gran persona que me atrevo a decir que de alguna manera marcó las vidas de todos los que hicimos parte de alguno de sus equipos.

Cómo olvidar el “basquetbol brasilero” o la “canasta estrella” que eran ejercicios infaltables en cada uno de los entrenamientos de don Alfredo. Siempre había un premio a los mejores, un paquete de papas y una gaseosa que salían de su bolsillo, pareciera no ser gran cosa, pero luego de 90 minutos a pleno rayo de sol, corriendo, saltando, lanzando, etc, se convertían en un potosí para cualquiera de los que “madrugábamos” a entrenar. Una vida dedicada al deporte de la pelota naranja, pero sobre todo a enseñar y dar ejemplo, más que el baloncesto en sí mismo, los valores que don Alfredo intentó inculcar a varias generaciones, para mí es igual o más importante que sus hazañas en los maderamen o desde la raya.

Son varias las personas que como don Alfredo triunfaron en las canchas y como entrenadores, algunos como Hugo Hernández y Álvaro “Tito” Ordoñez entre otros, que siguen haciendo sus aportes desde la formación a este deporte tan importante en nuestro departamento. Pero no debemos ocultar que los días para el baloncesto en Norte de Santander no son los mejores, que sea esta la oportunidad para convocar a todos los que de una u otra manera hemos tenido que ver con este bello deporte, para recuperar el lugar que alguna vez ocupó nuestro departamento en la esfera nacional e internacional en el baloncesto.

Se debe dejar de ver al baloncesto y al deporte en general, solamente desde la perspectiva del “signo pesos”, el deporte es una oportunidad de alejar a nuestros niños y jóvenes de la violencia y de los vicios; también es una fuente importante de desarrollo económico para la ciudad en generación de empleo, ocupación hotelera y demás renglones de la economía que se dinamizan con el deporte. Pero para llegar a eso necesitamos inversión y buenos manejos, y así poder mejorar la situación en la que estamos actualmente.

Adenda: Mi respaldo y felicitación al escritor Eduardo Díaz Fuentes por la tarea titánica que está adelantando para crear el “Gran Museo Baloncesto Norte de Santander y Cúcuta”, y por el libro “Cúcuta & Baloncesto, Crónicas e historia del basketball”.

Politólogo - Universidad de Antioquia

Especialista en Opinión Pública y Marketing político - Universidad Javeriana

Twitter: @andrescla

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