La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile

El sentimiento de inseguridad

Cada vez se percibe un sentimiento mayor de inseguridad.

En las calles de las principales ciudades colombianas, cada vez se percibe un sentimiento mayor de inseguridad, por la falta de una acción efectiva de la autoridad para controlar el delito.

Las gentes cuando tienen que abordar la calle, siempre van pensando en que algo fatal les puede ocurrir: un atraco, un empujón, una agresión física, un intento para atentar contra su vida.

Y esa percepción es lo que lleva a muchos integrantes de la comunidad a reaccionar con violencia ante la presencia de un delincuente, pues sienten que la autoridad no hará nada para impedir cualquier acción violenta y es cuando creen tener el derecho para reaccionar a su manera, muchas veces en forma fatal.

El informe de la Universidad Nacional sobre la manera como se está incrementando el fenómeno de los linchamientos en las calles es aterrador. En el año 2015 murieron 140 personas, como consecuencia de estas reacciones ciudadanas y 600 más fueron rescatadas de una posible consecuencia fatal.

Para colmo de males, en los primeros seis meses del año anterior, la policía reportó 6.000 arrestos ciudadanos de personas involucradas en esta clase de situaciones.

La situación siempre es la misma: el sentimiento de impotencia al saber que el crimen se apodera de las calles, sitios públicos y en especial del transporte de pasajeros, en donde las bandas criminales hacen de las suyas sin que la justicia actúe. Se detectan casos en que esas pandillas se toman un determinado sitio y allí actúan tranquilamente, sabiendo que la población está amedrentada y que nada les va a pasar por la acción de sus fechorías.

Esta radiografía amerita un replanteamiento en las tareas de seguridad ciudadana, en donde es urgente el diseño de políticas que impidan que este fenómeno se siga incrementando.

La calle es un sitio para que los ciudadanos se desplacen y cumplan con sus necesidades de trabajo o de provisión de sus requerimientos y por lo tanto deben ser sitios amables, desprovistos de la peligrosidad tan grande que hoy los afecta.

Cuando la percepción sobre la inseguridad es grande, la calidad de vida se ve seriamente comprometida y el ciudadano se ve sometido a una encrucijada de la cual no encuentra salida.

Hay que hacer algo y para ello se requiere el unión de fuerzas entre la autoridad y la comunidad, para que se puedan identificar tanto las acciones de la delincuencia, como las medidas efectivas para atacarlas.    

Jueves, 31 de Marzo de 2016
Premium-home
Patrocinado por:
Logo Empresas
Temas del Día