“Las masas humanas más peligrosas son aquellas en cuyas venas ha sido inyectado el veneno del miedo.... del miedo al cambio.”
Octavio Paz

No sé si el pasado 23 de junio fue “El Último Día De La Guerra”, de lo que sí estoy seguro es que fue “El Primer Día De La Esperanza”, comienza el principio del fin de un conflicto de casi 60 años donde los colombianos nos hemos matado sin tener claro por qué ni el para qué. Así nos cueste reconocerlo, somos de los mismos hijos de esta tierra, que por diferentes circunstancias de la vida nos a tocado vivir realidades distintas, que para algunos hemos hecho lo que creemos conveniente para nuestras vidas, y a otros, hacer lo que les ha tocado para poder sobrevivir.

Esto hasta ahora comienza, y llegó el momento de pensar como Nación, de tener un proyecto conjunto que de una vez por todas nos una en un mismo fin, entendiendo la diversidad económica, política, cultural y social que tenemos, para que desde cada uno de nuestros territorios y de nuestras capacidades aportemos a un proyecto nacional.

Han pasado casi 60 años en los cuales hemos estado enfocados en luchar una guerra que solo nos ha dejado atraso y desolación, por eso en el plano internacional estamos rezagados frente a muchos países que no tienen ni la mitad de los recursos y el potencial nuestro. Sin embargo tenemos todo para alcanzarlos y sobrepasarlos, es un tema de cambio de mentalidad y de discurso, para empezar de una vez por todas a atender frentes que por años han estado olvidados, como el desarrollo social, que paradójicamente, su ausencia es la principal causa de nuestro conflicto.

Pero el conflicto armado no es el único problema, hay otros asuntos fundamentales a los cuales debemos enfocarnos de ahora en adelante, como la corrupción, la violencia intrafamiliar, el individualismo, el narcotráfico, entre otros, que son otras formas de violencia que no nos dejan avanzar como sociedad. No es fácil, pero lo importante y motivante es que estamos viviendo una etapa trascendental que en nuestra historia reciente no habíamos vivido jamás.

Todo gran cambio genera miedo e incertidumbre Falta muchísimo camino, pero lo que está pasando genera ESPERANZA, esa que muchas veces hemos perdido en el último medio siglo de historia colombiana por diversos motivos en el acontecer nacional, pero que hoy está más latente que nunca, por eso hago la invitación para que todos tratemos de construir una nueva Colombia, a ver si de una vez por todas los problemas en este país se solucionan con el poder de la palabra y las acciones, y no con el poder de las balas.

PD: Un agradecimiento especial al Ejercito Nacional y a la Policía Nacional que en su gran mayoría son personas integras que luchan por este país desde sus capacidades, sin ellos no hubiéramos llegado hasta el punto donde estamos hoy.

Politólogo-Universidad de Antioquia

Especialista en Opinión Pública y Marketing político - Universidad Javeriana

Twitter: @andrescla