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El mural y la barbarie

La permanencia del  mural del Banco Comercial Antioqueño fue el símbolo pictórico más impactante de la ciudad.

Hay conmoción en la ciudad, por el Mural de “Bancoquia”, que durante 67 años ha presidido simbólicamente el Cenit mercantil de Cúcuta y sus altibajos hasta llegar a la pauperización de hoy, que es como la inopia.

Efectivamente en 1951 los  Bancos Comercial Antioqueño y de Colombia encargaron al pintor colombiano Santiago Martínez Delgado los murales de sus agencias de Medellín y de Cúcuta, quien fue el más connotado después de Pedro Nel Gómez. No tenemos noticia que pasaría con el boceto del Bolívar al Carbón, de su autoría, que fue el mural del Banco de Colombia aquí en la ciudad.

Pero la permanencia del  mural del Banco Comercial Antioqueño hasta su extinción a manos del  Banco de Santander de España, fue el símbolo pictórico más impactante de la ciudad y la región, más que los de las bóvedas de la catedral de San José e inverosímilmente llegó a degradarse y profanarse con la vulgaridad de un contrato de arrendamiento del recinto, para sombra de automóviles  y motocicletas fumantes de  excreciones destructoras.

Martínez Delgado, dentro del muralismo latinoamericano inventado desde la Revolución Mejicana con Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco, bajó a Suramérica y aquí con Pedro Nel Gómez que suscitó muchas reacciones políticas de la centroderecha, que los hacía ocultar por su alto contenido social y más tarde Alipio Jaramillo a quien admiramos en los murales de la Universidad de Caldas y luego bajó también al Perú con Teodoro Núñez Ureta.  

El mérito de Martínez Delgado, es el de un muralista estilizado y perfeccionista, diferente, de motivaciones épicas e históricas sin dejar la percepción de un desvanecido contenido social. Fue de una formación académica rígida desde la escuela  de Artes Bogotana y su paso por lustro y medio en la Escuela de Artes de Chicago siendo discípulo de Frank Floyd del estilo Arte Decó. En 1947 Alberto Lleras Camargo y Laureano Gómez para la conferencia Panamericana, le encargaron el mural que hoy adorna el Salón Elíptico de nuestro Congreso de la república. Chicago posee un mural suyo relativo al Desarrollo Colombiano.

Fue integral: pintor, ilustrador, escultor e historiador. Detrás de sí, hay una genealogía del poder criollo colombiano, que es como la razón de su desvanecido muralismo social y la fortaleza de su contenido épico independista.

Aquí en Cúcuta su huella ha sido salvajemente destruida. Nada queda de su Boceto Mural al Carbón que encargo el Banco de Colombia  por los mismos años 50.

El ministerio de Hacienda el día que se apoderó del Palacio Nacional y arrinconó a la  Registraduría Nacional y la Administración Postal, destruyó otro mural con los episodios históricos de la vida del general Santander.

¿Somos unos Bárbaros?  ¿Nos posee la barbarie? ¿O esa esa regresión que queda entre el  salvajismo y la civilización? Alguna vez el propietario del recinto lo ofreció al Honorable Concejo Municipal para su sede. La barbarie no  dejó aceptar la propuesta.  Y Usted... ¿qué Opina?

Adenda: 2017 y el alcalde seguirá con sus programas con  la Gente. Primero la comunidad.

Miércoles, 11 de Enero de 2017
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