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El glifosato y el servilismo
Sábado, 23 de Mayo de 2015

De tiempo atrás no solamente se ha denunciado sino que también se han demostrado los efectos nocivos del uso del glifosato en la fumigación de los cultivos de coca. Son operaciones impuestas a Colombia como parte de las políticas de Estados Unidos destinadas a combatir el narcotráfico.

Una imposición, que además de provocar contaminación ambiental, degeneración de la tierra y atentar contra la salud, debilita la soberanía nacional.

Es una forma del servilismo, a cambio de unas ayudas cuyos beneficios no parecen ser tantos como se pregona por parte de quienes le hacen coro al colonialismo.

Siempre hay cipayos listos a sumarse a esas causas.

Ha hecho bien el Gobierno en llevar a debate público los reparos que se le hacen a la aspersión de los cultivos con glifosato. Ya era tiempo de asumir una posición, como la del ministro de salud Alejandro Gaviria.

Con la cual se ha dado el importante paso de prohibir la aplicación del nocivo herbicida en Colombia.

A esa postura se oponen dirigentes que no son capaces de dejar atrás prejuicios y mezquindades y prefieren hacerle el juego a intereses extranjeros que van en sentido contrario a los del país.

Son quienes hablan de patria pero sucumben cuando se trata de impedir que los extraños la utilicen para negocios que les dejan altos rendimientos, pero dañinos para los nacionales.

Eso ha sucedido no solamente con respecto a la aplicación del glifosato.

En la historia de Colombia son muchos los capítulos con protagonistas permisivos de ultrajes a la nación, con el saqueo de sus recursos, la violación del territorio o la subordinación a dependencias descomedidas.

En esas posiciones, claro está, pesa mucho la ideología que alimenta el pensamiento. Y está bien que se destapen quienes se han puesto del lado contrario a los intereses de la nación. Dicen que lo hacen para diferenciarse de los que creen que la solución no es al precio de entregar el patrimonio, sino poniéndolo al servicio de todos.

Este tema del glifosato debe servir para visibilizar a quienes prefieren que con el uso de ese producto químico se comprometa el futuro de la tierra en Colombia y se exponga la salud de muchas personas y quienes abogan por su prohibición para evitar los efectos dañinos que pueda generar.

Se trata hasta de una posición en la que cuenta la ética.

Puntada

Los ajustes a la justicia en Colombia, para que  sea administrada como tiene que ser,  no deben prestarse para enredos. Lo que se necesita es que quienes la administran o la aplican lo hagan sin incurrir en trampas y a la luz del derecho. No son los intereses particulares. No es una función para el enriquecimiento ilícito. Es para garantizar que la sociedad viva en armonía  y que las diferencias y los litigios se diriman con probidad y sin pérdida de tiempo.

 

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