La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile
Columnistas
Aquí alguna vez hubo pasto
Lo cierto es que la ganadería y en particular la de   Norte de Santander atraviesa momentos difíciles.
Viernes, 10 de Junio de 2016

En la actividad gremial hay una máxima que dice: “El que no llora no mama”. Pues  todos los sectores productivos tienen inconvenientes y necesidades, máxime en un país que aun no se pone de acuerdo sobre cuál debe ser su modelo de desarrollo. Recordemos que en la “mermelada” de los recursos en la aplicación de política pública sectorial, todos quieren estar de primeros en el partidor.

Con ese dulce o sin él, lo cierto es que la ganadería y en particular la de   Norte de Santander atraviesa momentos difíciles, inclusive me atrevo a compararla con la crisis que vive la hermana República de Venezuela. No sé si ustedes lo sepan, pero para el sistema sanitario nacional somos una especie de  “enclave de seguridad”, es decir somos como una extensión del desorden sanitario que viven nuestros vecinos. Solo así se entiende la razón por la cual esa discriminatoria condición en que mantienen a esta zona del territorio departamental y que los  epidemiólogos del ICA denominan “Zona de protección” se mantiene después de  ocho años de haber ocurrido el último brote de fiebre aftosa en Sardinata y Guaramito. Para esos propósitos, la Organización Internacional de Epizootias(OIE)  máxima autoridad mundial en la materia, determina que transcurridos tres años sin la aparición de un brote aftoso, es posible que la región cuarentenada adquiera  condición semejante a la del resto del país; esto es, libre de fiebr
e aftosa con vacunación. Sumado a lo anterior podemos decir que las  coberturas vacunales en Norte de Santander siempre han estado por encima del 95% y solo con excelencia nos han calificado las autoridades respectivas.  

Pues bien, nuestra condición sanitaria sigue siendo restrictiva y el INRI “Zona de Protección” continua vigente, tan así que solo protocolarias han resultado las reuniones de COGANOR con autoridades sanitarias del ICA, incluido su actual gerente general, Luis Humberto Martínez Lacoutire. Dificultades en el presupuesto para adelantar las pruebas de campo ha sido la excusa más comúnmente utilizada. Que tal que esto sucediera en Antioquia o Cundinamarca.

A lo sanitario sumémosle en esa lista de dificultades el verano, el contrabando, los ecologistas de “mochila”, el inventario a la baja, la creciente inseguridad rural y algo con lo que definitivamente no contábamos o por lo menos no nos imaginábamos; se trata del desplazamiento al que está siendo sometida la ganadería y con ella esa mágica gramínea que denominamos pasto. A cifras de hoy estas cuentas: Una hectárea de arroz produce al año en promedio 10 toneladas de paddy verde  que valen $12 millones. Una de palma de aceite produce al año 20 toneladas que valen $7 millones. Una de pasto produce al año 300 kilogramos de carne en pie que valen  $1.2 millones y ni que hablar del limón, del cacao o hasta de la yuca. Se preguntaran ustedes… ¿entonces cómo sobrevivimos los ganaderos? Honestamente yo no lo tengo claro, entre otras  cosas porque como es lógico pensar, las mejores tierras se trasladan hacia agricultura comercial, desplazando la ganadería pa´l  cerro. ¡Ah!  pero allí los ambientalistas tampoco nos quieren ver.

El desafío pues es inmenso. Tendremos que desarrollar un paquete tecnológico que combine lo económico con lo ambiental, de tal manera que de las 40 millones de hectáreas de pasturas que hay actualmente en el país, nos quedemos con solo 20. Y que en ellas, en lugar del actual inventario – 23 millones de cabezas -,  tengamos al menos 50 millones. Silo, heno, pastos de corte, caña forrajera, silvopastoreo, bancos de proteína, genética  y sobretodo mucha asociatividad son algunas de las apuestas que quedaron incluidas en el capítulo agropecuario del Plan Departamental de Desarrollo “Un Norte productivo para todos”.

No habrá que olvidar que este bendito país que nació en el Campo aun importa entre 10 millones y 12 millones de toneladas de comida al año que bien las podemos producir los campesinos y empresarios agropecuarios de Colombia.

Temas del Día